| La tradición
                        oral nos cuenta que esta celebración es una muestra
                        de agradecimiento a la figura de S. Antón por
                        haber librado de una peste que azotó los pueblos
                        de alrededor y no llegó a Estercuel.  La única referencia escrita encontrada hasta
                        el momento data de 1892 y nos la da un fraile mercedario
                        conocido como el Padre Bravo, donde dice lo siguiente: " Tiene gran fama y atrae multitud de forasteros
                        la procesión que celebran en la fiesta de S. Antonio
                        Abad, 17 de Enero, llamada la Encamisada. Consiste en
                        una gran cabalgata en la que toman parte el ayuntamiento,
                        mayordomos de la fiesta y algunas otras personas principales,
                        todos vestidos de gala; esto es: con sus grandes capas
                        y elegantes pañuelos a la cabeza, menos dos que
                        preceden, quienes llevan unas coronas, adornadas de cintas
                        y flores, por lo cual se les designa con el nombre de
                        Rey y Conde; llevan en la mano derecha un hachón
                        de fuego, y en esta actitud han de recorrer las calles
                        que están también iluminadas con grandes
                        hogueras, y dar la vuelta en torno a la imagen del santo.
                        No he podido averiguar el origen de esta extraña
                        ceremonia" (Bravo, P., Historia de la Aparición
                        de la Virgen del Olivar, 1892). Para dar una explicación a la fiesta hay que
                        comentar tres conceptos que la definen: El Fuego, S.
                        Antón y La Encamisada.  EL FUEGO Frente a los
                          efectos destructores y devastadores que tiene, ha sido
                          un agente de purificación y fertilidad.
                        Siempre se le ha atribuido un carácter de protección
                        relacionado con la supervivencia, desplegando para ello
                        una serie de estrategias de ritos, signos y símbolos;
                        se le ha dado también un valor mágico,
                        cósmico- agrario y terapéutico.  Así pués la hoguera viene a significar
                        el espíritu de purificación de todo el
                        pueblo. Si además de la leña traída
                        del monte por todo el pueblo cada vecino aporta una carga,
                        ese fuego quema las impurezas, la suciedad y limpia y
                        regenera sus intenciones (Sanchez, E.). SAN ANTÓN  No solo es el
                          protector de los animales sino que también
                        está asociado a las hogueras como se ve reflejado
                        en muchos pueblos de Aragón. La
                        fiesta de este santo se celebra el 17 de Enero que es
                        el tiempo propicio para el apareamiento de muchos animales
                        domésticos.
                        Por ello  se realiza un ritual cristianizado bendiciendo
                        a los animales de la casa, a las caballerías
                        y a los ganados, para que no se interrumpa su procreación
                        y fertilidad. Estercuel ha
                          sido un pueblo agricola y ganadero, sus animales domésticos
                          han sido fundamentales para mantener su economía
                          de subsistencia, así es
                        como se entiende el deseo de proteger, no solo , a las
                        personas sino también a estos de cualquier epidemia
                        que pudiera llegar al lugar, y como los medios de protección
                        eran mínimos tenían que recurrir a ritos
                        paganos y santos cristianos ante la precariedad de medios
                        higiénicos y médicos que pudiesen erradicar
                        esas pestes. LAS ENCAMISADAS  Parece ser que
                          en el Siglo XVII, en tiempos de Felipe IV, se celebraban
                          numerosas fiestas en las que intervenían
                        los caballos, entre estas estaba una que denominaban
                        encamisada; esto es lo que nos dice José Deleito
                        Piñuelo : " Era cierta fiesta que se hacía de noche
                        con hachas por la ciudad, en señal de regocijo,
                        yendo a caballo… se efectuaba La Encamisada en
                        la Corte y en las ciudades principales y preferentemente
                        para conmemorar a todos los príncipes y magnates,
                        o bien otros acontecimientos"( José Deleito
                        Piñuelo, También se divierte el pueblo).  Como vemos el
                          pueblo incorporó esta fiesta  cortesana y la
                          adecuó a
                          sus necesidades, repitiendo el mismo
                          esquema y a diferencia de lo que se hacía en
                          la corte y en las ciudades, la convirtió en
                        un rito con la finalidad de agradecer a S. Antón
                        su protección y buscar la purificación
                        de las gentes y animales domésticos ante posibles
                        epidemias. 
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